AMIGOS DEL BLOG

domingo, 31 de mayo de 2015

El Secreto del Cáliz Sagrado

El Secreto del Cáliz Sagrado

La encarnación del Egregor Luminoso Luz en un cuerpo y proyectado en la sangre de un humano era el descenso del espíritu egrégorico Divino al Cáliz material, la configuración que se convirtió en el símbolo oculto del Santo Grial vino a guiar la consciencia del ego de solo algunos iniciados Templarios masones, y después proyectado a todas las personas iniciadas en diferentes ritos, más allá de las lealtades limitadas y llenas de prejuicios de familia, tribu y raza, existe un lazo invisible pero poderoso que une a todos los iniciados del planeta, sean o no masones. Pero a fin de transformar el egoísmo humano y traer la Gran Luz a todos los hombres, era necesario cambiar la naturaleza de la sangre, porque la sangre es el cáliz de la identidad tribal y racial. Y la Luz sólo podía cumplir su misión a través de la espiritualización de los elementos, a fin de que se convirtieran en el espíritu de la tierra. 


De hecho, Cristo el Tekton albañil y carpintero dijo a Pedro cuyo nombre Cefas significa piedra que sobre esta piedra (la tierra) construiría su Iglesia de Iniciados en los misterios cristicos. Moisés, que libró a los judíos de la cautividad y esclavitud en Egipto, había sido el primero en percibir el reflejo del Cristo cuando descendía, y el Señor se le apareció indirectamente en forma de truenos, relámpagos y el «arbusto ardiente». 

El gradual proceso de sacrificio de la penetración y la espiritualización de los elementos continuó a lo largo de toda la vida de Cristo en la tierra. Una etapa posterior de este poderoso e invisible proceso que culminaría en la Orden Masónica, en el que el espíritu del sol se unía con los reinos de la naturaleza, se produjo en la Última Cena- la Cena Mística de los Masones Rosacruces, cuando Cristo dio a sus discípulos los sacramentos del pan y el vino y les dijo: «Tomad y comed; éste es mi cuerpo. Tomad y bebed; ésta es mi sangre». 

El último acto, a través del cual el Cristo Jesús divino humano pasó a la encarnación en el cuerpo de nuestro planeta, tuvo lugar en el derramamiento de la Sangre Sagrada en el Gólgota, cuando el centurión romano traspasó el costado de Cristo con una Lanza. La muerte en la cruz y la resurrección eran el cumplimiento público de la antigua forma de iniciación en la arena de la historia mundial; el secreto ritual de la iniciación se transfería al plano visible del proceso histórico. La derrota del Mal en la cruz salvaron a la vida terrenal del hombre del abismo, y la pusieron sobre un camino diario de vuelta a los mundos espirituales y su conexión con el mundo iniciático ; un acto de amor infinito que garantizaba la recuperación gradual del Yo eterno y el cumplimiento de un destino espiritual para toda la congregación Iniciada en los Misterios Augustos. 

El Dios del Amor se había sacrificado al nivel del alma humana, a fin de que ésta pudiera convertirse en el cáliz viviente del espíritu individual humano: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Los avíos que se utilizaron en este singular y poderoso ritual del Gólgota se convirtieron en los relicarios más preciados de la Edad Media. Sin embargo, la devoción religiosa con los que han sido conservados estos relicarios no era la consecuencia de falsos sentimientos ni de materialismo inoportuno. Se consideraba que los diversos artículos y vestimentas que se utilizaban en los rituales antiguos de iniciación habían sido «cargados» con poderes espirituales, y que eran talismanes de alta magia. Por esta misma razón, aunque en un sentido mucho más sagrado, la Lanza, los Clavos, la Copa, la Corona de Espinas, la Túnica, el Sudario, entre otras cosas, se tenían en tal alta estima. Cada relicario fue asociado a poderes únicos. 

La cruz era objeto de reverencia por sus poderes para ahuyentar el mal. La Corona de Espinas evocaba la más profunda humildad en todos aquellos que la contemplaban. La Túnica devolvía la salud y la vida a los enfermos e inspiraba la visión espiritual de la vida de Cristo a aquellos que seguían el camino contemplativo de la vida monástica. El Cáliz de Jaspe del cual el Ser Cristo dio los sacramentos del pan y del vino, y en el que José de Arimatea recogió un poco de Sangre Sagrada, recibió el nombre de Cáliz Sagrado; simbolizaba un camino cristiano hacia la muerte del egoísmo y la resurrección del espíritu en Cristo. Y de la misma manera, la Lanza de Longinos cobraría una importancia única para la evolución de la consciencia Cuando empezó la evolución de la Tierra, el ego humano estaba conectado físicamente con la sangre. La sangre es la manifestación extrema del ego humano. Los hombres habrían fortalecido más y más el Yo , y si Cristo no hubiese aparecido, habrían estado totalmente encerrados en el desarrollo imparable del egoísmo. Quedaron protegidos de ello mediante el acontecimiento del Gólgota. ¿Qué era aquello que tenía que fluir? ¡La sangre que es la sustancia del ego! 

El proceso iniciado en el Monte de los Olivos cuando las gotas de sudor cayeron del Salvador como si de sangre se tratara, continuó cuando la sangre salió de las heridas de Cristo en el Gólgota. La sangre que fluía de la cruz era la señal del enorme egoísmo inherente a la naturaleza del hombre, egoísmo que debía ser sacrificado. El significado espiritual del sacrificio del Gólgota requiere un estudio amplio y profundo. 

La consecuencia de lo que allí sucedió puede no ser obvia para un químico, es decir, para alguien que sólo tenga el poder de la percepción intelectual. Si la sangre que corrió en el Gólgota hubiera sido analizada químicamente, se habría descubierto que contenía las mismas sustancias que la sangre de cualquier otro ser humano; pero la investigación ocultista revelaría que era una sangre bien diferente. A través de la sangre de la humanidad los hombres se habrían visto encerrados en el egoísmo si el Amor Infinito no hubiera permitido que esta sangre fluyera. Como revela la investigación ocultista, el Amor está mezclado con la sangre que corrió en el Gólgota. 

El autor del Evangelio según san Lucas cumplió su objetivo, que era describir cómo, a través de Cristo, el Amor Infinito había llegado al mundo para eliminar gradualmente el egoísmo. El Cáliz de Jaspe estaba dentro de un enorme cáliz de plata, que según se cree, el misterioso personaje Melchizedec (Melquisedec) había entregado a Abraham, el fundador de la raza judía. Más tarde pasó a manos de José de Arimatea. 

La Última Cena se celebró en la habitación superior de su casa. proceso histórico; un significado que moldeó la creencia en sus poderes para inspirar un destino histórico en el mundo. Ya hemos descrito en el prólogo de este libro que el centurión Gayo Casio, representante de Poncio Pilato en la crucifixión, protegió el cuerpo de Cristo de la mutilación de la que iba a ser objeto por parte de los soldados de los fariseos. Y que cuando atravesó el costado de Cristo con la Lanza para demostrar que ya había muerto, también cumplió la profecía de Isaías: «No se le quebrará hueso alguno» y la profecía de Ezequiel: «Contemplarán al que han traspasado». Sin embargo, el acto de Longino tenía una importancia aún mayor. Y a fin de entender todas las implicaciones de su acto en el Gólgota, debemos considerar lo que sucedió en realidad en el momento en que clavó la Lanza en el costado derecho de Cristo, entre la cuarta y la quinta costilla, y le atravesó el cuerpo87. La sangre que goteó desde la herida a la tierra fue el vehículo a través del que el espíritu del sol pasó a la encarnación dentro del cuerpo de la propia tierra. 

El acto de Longinos produjo el nacimiento del Cristo cósmico como el Espíritu de la Tierra. La esencia espiritual de la Sangre Sagrada cayó a la tierra desde esta herida en forma de elemento traza sagrado, una especie de bálsamo homeopático, a través del cual el ego macrocósmico del Ser Cristo podría reavivar la esfera astral y permeabilizar el reino etéreo del organismo de la tierra. La Luz de Cristo que cegó el ojo espiritual de san Pablo en el camino hacia Damasco, era la nueva aura de éter y sol de la tierra, la primera que brillaba sobre la tierra con la promesa de reanimar la existencia moribunda de la tierra y reintegrarla en el dominio solar del macrocosmos. 

Si Longinos no hubiera sido inspirado por el espíritu del tiempo para clavar la Lanza en el costado del Salvador en este momento, la sangre sagrada nunca habría fluido hacia la tierra. Según el Evangelio según san Juan, el gran milagro fue que la sangre fluyó de un cuerpo sin vida: «Pero uno de los soldados clavó su Lanza en el costado, y de inmediato salió sangre y agua. Y él que lo vio lo escribió, y sus escritos son ciertos: y él sabe que dice la verdad, para que lo creáis». 

Longinos realizó la acción correcta del modo más adecuado, en el lugar exacto y en el momento decisivo. Y en este momento, todo el futuro de la evolución de la tierra y la humanidad quedaba en sus manos. Y así nació una leyenda en torno a la Lanza de Longinos, que dice que todo aquel que la poseyera tendría el destino del mundo en sus manos. Porque todo aquel que la poseyó a lo largo de los siglos de la historia del Cristianismo, podía labrarse un destino en la historia del mundo si perseguía las metas correctas del espíritu del tiempo del modo adecuado, de acuerdo con las tareas específicas que debían llevarse a cabo en la época, dentro de la evolución de la consciencia humana. O podía convertirse en el cáliz del antiespíritu del tiempo y obstruir y tergiversar estas metas, a fin de llevar a la humanidad a la adoración de falsos dioses o al abismo del materialismo.

La Lanza de Fineas, símbolo durante todo el Antiguo Testamento de los poderes únicos de la sangre de la raza judía, también jugó un papel decisivo en el sacrificio de la crucifixión. Con ayuda de esta espada se introdujo la esponja impregnada en vinagre en la boca del Cristo moribundo, un símbolo de que la sangre judía se había convertido en bilis y ya no tendría importancia en la evolución de la humanidad, ya que había sido reemplazada por la sangre de la Nueva Alianza para toda la humanidad. Porque éste es en verdad el principio contenido en la 87 Según la mitología del Antiguo Testamento, el cuerpo de la mujer había sido creado a partir de la quinta costilla del hombre. En el desarrollo del embrión humano, los órganos sexuales no cobran forma hasta la formación de la cuarta costilla y antes de la quinta costilla. Este simbolismo también se cumplió en la crucifixión, ya que la sangre que fluyó de la herida producida por la Lanza surgió entre la cuarta y la quinta costilla, como una señal de que Cristo trascendía la división de sexos evolución de la consciencia humana: que lo que una vez fue el mayor vehículo del bien se convierte en un vehículo de la tragedia y del mal cuando se agota y rebasa su límite temporal. 

El mantenimiento de las costumbres tribales y un riguroso prejuicio racial a la vista de un nuevo impulso universal que pretendía abarcar a toda la humanidad, sólo podía traer a la raza judía el sufrimiento más terrible que un pueblo pueda experimentar en la tierra. Se incorporó su concepción del Cristianismo cósmico en las formas arquitectónicas. El interior del edificio de dos cúpulas era una obra maestra del trabajo arquitectónico. Los dinámicos métodos de escultura y labrado integraban cada uno de los aspectos de la obra en el tema central del Apocalipsis. Los enormes pilares labrados en sucesión ilustraban la concepción sobre la ley de la metamorfosis a través de los siete sellos de la revelación. 

Fraternalmente Vicente Alcoseri

sábado, 30 de mayo de 2015

El misterio de la construcción de las pirámides de Egipto, resuelto

El misterio de la construcción de las pirámides de Egipto, resuelto

Un equipo de físicos holandeses descubre el ingenioso truco que los egipcios utilizaban para desplazar los grandes bloques de piedra por la arena del desierto

Las pirámides de Giza. (Corbis)

La Gran Pirámide de Giza, la única de las siete maravillas del mundo que queda en pie, es quizás la construcción más estudiada de la historia. Pero, por mucho que se ha especulado sobre el asunto, el modo en que los egipcios lograron edificar ésta y otras pirámides sigue siendo uno de los mayores misterios de la arqueología.

Teniendo en cuenta que en la época no existían excavadoras ni grúas, mover dos millones de bloques de piedras de más de dos toneladas de peso cada uno debió ser una empresa titánica, imposible de realizar sin algún tipo de ingenio que permitiera desplazar las piedras por el desierto.

Se sabe que los egipcios conocían los trineos, que aparecen en numerosas pinturas murales, pero aún seguía siendo un enigma cómo los obreros lograban desplazar bloques de tanto peso, que a buen seguro se hundirían en la arena. Lo que acaba de descubrir un equipo de físicos holandeses, liderado por el profesor Daniel Bonn de la Universidad de Amsterdam, es que los egipcios usaban un truco simple y efectivo para facilitar el paso de los pesados trineos de madera cargados con piedras: humedecer la arena por la que se deslizaban.

Lo más curioso del hallazgo, es que el truco ha estado años delante de los investigadores sin que nadie reparara en él. Cualquiera puede observar en la pintura de una de las paredes de la tumba de Djehutihotep, jefe de una de las regiones del Alto Egipto durante los reinados de Amenemhat II, Sesostris II ySesostris III (1914-1852 a.C.), cómo una persona situada en la parte delantera del trineo arroja agua sobre la arena.

“Los egiptólogos creían que era un acto puramente ceremonial”, ha explicado Bonn a Live Science. “La pregunta es, ¿por qué lo hacían?”


Reproducción del dibujo de la tumba de Djehutihotep en el que se ve al aguador. (Wikicommons)

Se necesitaban la mitad de obreros

Para comprobar si echar agua a la arena servía para desplazar con más facilidad los bloques de piedra por el desierto, los físicos construyeron en el laboratorio un trineo en miniatura y experimentaron con éste. En presencia de la correcta cantidad de agua, la arena húmeda del desierto es en torno a dos veces más firme que la arena seca, concluyeron los físicos. Y esto hace que la fuerza necesaria para mover el trineo se reduzca a la mitad, sencillamente porque la arena no se acumula delante del vehículo y la fricción es menor.

Mojar la arena del desierto permitía que se redujera la fricción lo suficiente como para necesitar la mitad de gente para mover el trineoLa razón es que cuando se agrega agua a la arena surgen los llamados puentes capilares, pequeñas gotitas de agua que unen a los granos entre sí. La técnica, en cualquier caso, es más sofisticada de lo que parece: si la arena se humedece demasiado mover el trineo es aún más difícil. “Si utilizas arena seca, no va a funcionar, pero si la arena está demasiado húmeda, tampoco”, asegura Bonn. “Hay una rigidez óptima”.

La cantidad necesaria de agua depende del tipo de superficie pero, según el físico holandés, la proporción óptima se sitúa entre el 2 y el 5% del volumen de arena. “Parece que mojar la arena del desierto egipcio permitía que se redujera la fricción lo suficiente como para necesitar la mitad de gente para mover el trineo en comparación con la tierra seca”, asegura Bonn.

El trineo de laboratorio; a la izq., con tierra seca, a la dch. con tierra húmeda. (Universidad de Amsterdam)

Un descubrimiento de la antigüedad que puede ser útil hoy

El estudio, que se publicó la semana pasada en la revista Physical Review Letters, resuelve uno de los grandes misterios de la antigüedad, pero además podría tener aplicaciones prácticas para la ingeniería contemporánea.

Según los investigadores, el hallazgo podría ayudarnos a entender mejor el comportamiento físico de los materiales granulares como la arena, pero también el asfalto, el hormigón y el carbón, lo que permitiría el desarrollo de formas más eficaces de transportar estos materiales. Y esto no es baladí: el desplazamiento de estos cuatro elementos representa alrededor del 10% del consumo de energía del mundo. 


viernes, 29 de mayo de 2015

Belino: El Dios Druida y la Masonería

Belino: El Dios Druida y la Masonería

Son escasas las historias respecto a sus ritos secretos, se sabe, sin embargo, que tenían un altar triangular el Ara, la espada de Belino (Belén dios del sol), y un cofre místico. Al establecerse los romanos en las Galias y en Bretaña, César se ensaño con los Druidas y Claudio los acabo de anonadar persiguiéndoles con encarnizamiento.


La religión y misterios Druídicos, fueron importados a Europa por los Kimris o los Cimbres que habitaban en la Crimea y que, en el año 600 a.C. invadieron la región septentrional y occidental.

Paulatinamente se fueron estableciendo en el extenso territorio que se encuentra entre la Escandinavia y las cadenas montañosas de los Alpes y los Pirineos. Los jefes de éstos se llamaban DROTES en la Escandinavia y DRUIDAS en las Galias, y se dividían en tres clases: los Vates, los Bardos y los Eubages. Los Vates eran los depositarios de los dogmas secretos de la religión y de la filosofía, y llenaban las funciones de sacerdotes y de jueces; sin ellos no se podían hacer sacrificios a los Dioses, ni justicia a los hombres.

Los Bardos eran poetas que componían himnos y cantaban en las ceremonias del culto los hechos heroicos de la nación y los de sus grandes hombres.

Los Eubages eran los augures o adivinos; descubrían el porvenir en las entrañas de las víctimas sacrificadas, tenían a su cargo el gobierno civil y la agricultura, y además arreglaban los calendarios. Los Druidas no tenían templos, pues miraban al Universo como el único templo digno de la gloria de dios y de la admiración del hombre. A la muerte del gran sacerdote, elegían de entre ellos por pluralidad de votos el que debía sucederle. Esto guarda relación con la costumbre que se tiene en las logias actuales respecto a lo que sucede cuando falta el Venerable. Retirados en la espesura de los bosques realizaban sus asambleas a campo raso; ahí ofrecían sus sacrificios y hacían sus ceremonias religiosas alrededor de una columna de piedra o de árbol grande, escogiendo con preferencia para ello las encinas a las cuales tenían una veneración especial; no se presentaban ante el pueblo a menos que tuvieran algún negocio público que hiciera indispensable su presencia.

Reconocían también otros dioses subalternos dependientes del Supremo Hacedor; creían en la inmortalidad del alma y en la Metempsícosis, pero el principal objeto de sus cultos era la naturaleza. Al igual que en Egipto, comunicaban la instrucción sagrada por medio de la iniciación a todos aquellos sujetos que les parecían aptos y dignos de recibirla. Para adquirir la suma de conocimientos preparatorios que exigían de sus discípulos, se necesitaban cuando menos 20 años de profundo y continuo estudio; ningún libro, ninguna tradición escrita ayudaba a su memoria, porque no querían exponerse a que por azar, o por cualquier situación imprevista, un ojo profano pudiese penetrar el secreto de sus misterios. Después de pruebas y exámenes muy rigurosos, concedían la iniciación a sus educandos. Desde el momento en que esto tenia lugar, los neófitos pasaban a ser los iguales de sus maestros y al igual que aquellos eran objeto de mayor veneración entre el pueblo. 

Los bosques de DREUX eran considerados como la residencia y foco principal de la iniciación y en la Gran Bretaña tenían establecido su colegio supremo en la isla de Man, que en aquel tiempo se conocía con el nombre de Mona.

Aunque son muy escasas las noticias que existen respecto a sus ceremonias secretas, es sabido, sin embargo, que tenían un altar triangular, la espada de Belino (Belén dios del sol), y un cofre místico. Al establecerse los romanos en las Galias y en Bretaña, César se ensañó con los Druidas y Claudio los acabó de anonadar persiguiéndoles con encarnizamiento,

pero, en el siglo IV, aún se encontraban vestigios que atestiguaban su existencia, conservándose en todo su vigor en la Germania y en Escandinavia, a donde se habían refugiado todos los que pudieron escapar al exterminio general, así es que en el siglo XII vivían aún ahí en estado floreciente. Para esas fechas los encontramos mezclados ya con otros ritos y esa es la razón por la que habían perdido su antigua pureza. Estos ritos habían sido importados de Oriente por los moradores de la tribu de los Así (asiáticos). En el siglo pasado se encontró el EDDA, libro sagrado de los Escandinavos, que contiene detalles relativos a las iniciaciones de aquellos pueblos. A continuación me permito hacer un extracto de lo que nos comentó el hermano Clavel al respecto en su libro «La Historia Secreta de la Francmasonería»:

«EL EDDA» principia con un canto que tiene por titulo «LOS PRESAGIOS DE HAR», y que sin duda contiene una descripción de las ceremonias acostumbradas para la recepción del profano. El postulante se llama GILFE, es decir, lobo o iniciado.

Viene a instruirse en las ciencias que poseen los Así, y que encubren éstos con el mayor misterio. Los Así fascinan su vista con aparentes prodigios, él ve un palacio cuyo techo elevado hasta perderse de vista, está cubierto de escudos dorados. A la entrada de este palacio, encuentra a un hombre que se ejercita en tirar al aire siete floretes a la vez. Se reconoce en todo esto un emblema común a todas las iniciaciones: el palacio es el mundo; el techo es el cielo; los escudos dorados, las estrellas del firmamento, y los siete floretes, los siete planetas que circundan el espacio formando el sistema al que pertenecemos (no hay que olvidar que en ese tiempo solo se conocían siete cuerpos celestes.) Se pregunta al candidato, cual es su nombre y él contesta que se llama Gangler, es decir, el que da una vuelta y distribuye en el camino los objetos necesarios a los hombres. Vemos ya al candidato, representar el papel del Sol.

Este sabe que el palacio en que se encuentra pertenece al Rey, titulo que los antiguos mistagogos daban al jefe del sistema planetario. Descubre enseguida tres tronos elevados, uno encima de otro. Se le dice que el personaje que está sentado en el trono inferior es el rey y se llama HAR (sublime); Que el segundo es FAFUHAR (igual a lo sublime), y que el más elevado se llama TREDIE (el número 3). Todos estos personajes son los mismos que el neófito veía en la iniciación eleusiana: el hierofante, el daudoque y el epibamo, que son también los mismos que se ven en la masonería simbólica o azul: El Venerable y los dos Vigilantes, imágenes simbólicas del sol, la luna y del Gran arquitecto del Universo.

Entre las instrucciones que se dan al neófito, se le enseña que el primero o más antiguo de los dioses se llama ALFADER (Padre de todos, es el Tentat de los galos.). Se le dice que este dios tiene doce nombres, lo que se refiere a los doce atributos del sol y a los doce grandes dioses de los Egipcios y de los Romanos. Se completa su instrucción, con la exposición de la Teogonía y la Cosmogonía de los Escandinavos. En el número de dioses de esta Mitología, se encuentra particularmente Balder el Bueno, que murió a los golpes del espíritu del mal. Es verosímil que éste mito funerario, se pusiese en acción en el ceremonial de la iniciación escandinava, según el uso invariable de todos los misterios antiguos y modernos.

V. Alcoseri.

jueves, 28 de mayo de 2015

LOS ALTOS GRADOS MASONICOS

 Capítulo de Royal Arch
Capítulo de Royal Arch. Catálogo de Kenning, 1884.
 
RENE GUENON
LOS ALTOS GRADOS MASONICOS ( * )

Hemos visto, en un anterior artículo, que, debido a que la iniciación masónica conlleva tres fases sucesivas, sólo puede haber tres grados, los cuales representan precisamente estas tres fases; de lo que parecería resultar que todos los sistemas de altos grados son completamente inútiles, al menos teóricamente, ya que los rituales de los tres grados simbólicos describen, en su conjunto, el ciclo completo de la iniciación. De hecho, sin embargo, siendo que la iniciación masónica es simbólica, los masones que ella forma no son más que el símbolo de los verdaderos masones, puesto que allí se indica simplemente el programa de las operaciones que aquéllos deberán realizar para alcanzar la iniciación efectiva. Precisamente esta es la finalidad que perseguían, al menos en sus comienzos, los varios sistemas de altos grados, que parecen haber sido instituidos para llevar a la práctica aquella Gran Obra que la Masonería simbólica enseñaba en teoría. 

Con todo, hay que reconocer que bien pocos de estos sistemas alcanzaron realmente la finalidad que se proponían; en la mayor parte, encontramos incoherencias, lagunas, redundancias y en algunos casos los rituales son de un pobrísimo valor iniciático, en especial si se los compara con aquellos pertenecientes a los grados simbólicos. Estas imperfecciones resultan, por otra parte, tanto más evidentes cuanto mayor sea la cantidad de grados que incluya el sistema; y, si esto ya es evidente en el "Escocismo" de 25 y 33 grados, ¿qué pensar, entonces, de aquellos Ritos de 90, 97 o incluso 120 grados? Semejante multiplicidad de grados aparece tanto más inútil cuanto que se hace necesario conferirlos por series. En el siglo XVIII, cada quien quiso forjar su propio sistema, desde luego incorporándolo siempre a la Masonería simbólica, y de la cual no hacía más que desarrollar sus principios fundamentales, interpretados demasiado a menudo según las concepciones personales del autor, como puede verse en casi todos los Ritos herméticos, cabalísticos y filosóficos y en las Ordenes de Caballería y de Iluminismo. De allí proviene, en efecto, esta prodigiosa variedad de Ritos, muchos de los cuales tan solo existieron en los papeles, y cuya enmarañada historia resulta prácticamente imposible de esclarecer; quienes intentaron poner un poco de orden en semejante caos debieron renunciar a su cometido, salvo cuando, por uno u otro motivo, no hayan preferido dar de los orígenes de los altos grados determinadas explicaciones más o menos fantasiosas, a veces inclusive completamente fabulosas. 

A este propósito, no pasaremos reseña de todas las afirmaciones pretendidamente históricas que hemos encontrado en los escritos de diversos autores; de todos modos, lo que no admite dudas es que, contrariamente a lo que se ha sostenido con frecuencia, el caballero Ramsay no fue el inventor de los altos grados, y que, si en todo ello le cabe una responsabilidad no es más que de manera indirecta, puesto que quienes concibieron el sistema del "Escocismo" se inspiraron en un discurso por él pronunciado en 1737, donde relacionaba a la Masonería con los Misterios de la antigüedad y, en un tiempo más próximo, con las Ordenes religiosas y militares de la edad media. En todo caso, Ramsay puede considerarse tan poco responsable de los rituales de los grados "escoceses" como puede serlo Elías Ashmole de aquellos de los grados simbólicos, a pesar de lo que pretendería una opinión bastante generalmente admitida y reproducida por Ragón y otros historiadores. "Elías Ashmole, docto anticuario, adepto del hermetismo y de los conocimientos secretos por aquel entonces de moda, fue recibido masón el 16 de octubre de 1646, en Warrington, pequeña localidad del condado de Lancaster. No reapareció en Logia sino al cabo de 35 años, el 11 de marzo de 1682, por segunda y última vez en su vida, como testimonia su diario personal, que nunca dejó de mantener actualizado, día tras día, con escrupulosa minuciosidad" ( 1 ). Por lo demás, no pensamos que los rituales iniciáticos puedan ser considerados como la obra de una o más individualidades determinadas, sino que se han ido constituyendo progresivamente, a través de un proceso que resulta imposible precisar, que escapa a toda definición. Por el contrario, aquellos rituales pertenecientes a los altos grados que aparecen como más o menos insignificantes, presentan todas las características propias de una composición ficticia, artificial, creada por la mentalidad de un individuo. En suma, sin demorarnos en consideraciones carentes de interés, es suficiente considerar a todos los sistemas, en su conjunto, como las diversas manifestaciones de la tendencia realizadora de hombres que no se contentaban con la pura teoría, pero que, queriendo pasar a la práctica, demasiado a menudo olvidaban que la iniciación real necesariamente debe ser en gran parte personal. 


Hemos querido decir aquí simplemente lo que pensamos acerca de la institución de los altos grados y de su razón de ser; consideramos que revisten una utilidad práctica indiscutible, pero a condición -lamentablemente muy pocas veces respetada y sobre todo hoy día- de que sirvan realmente a la finalidad en vista de la cual fueron creados. Para ello, sería necesario que los Talleres de estos altos grados fueran reservados a los estudios filosóficos y metafísicos, demasiado descuidados en las Logias simbólicas; no debería olvidarse jamás el carácter iniciático de la Masonería, que no es ni puede ser -dígase lo que se diga- ni un club político ni una asociación de socorros mutuos. Sin lugar a dudas, no se puede comunicar lo que por esencia es inexpresable y ésta es la razón por la cual los verdaderos arcanos se defienden por sí solos de toda indiscreción; pero, por lo menos, es posible dar las claves que permitirán a cada uno alcanzar la iniciación efectiva por medio de sus propios esfuerzos y su meditación personal y asimismo se puede, según la tradición y la práctica constantes de los Templos y Colegios iniciáticos de todos los tiempos y de todos los países, colocar a quien aspira a la iniciación en las condiciones más favorables de realización y proporcionarle esa ayuda sin la cual le sería prácticamente imposible consumar dicha realización. No nos demoraremos más sobre este asunto, pensando haber dicho lo suficiente como para permitir entrever lo que podrían ser los altos grados masónicos, si, en lugar de quererlos suprimir lisa y llanamente, se los convirtiera en centros iniciáticos verdaderos, encargados de transmitir la ciencia esotérica y conservar integralmente el depósito sagrado de la Tradición ortodoxa, una y universal.Traducción: Franco Peregrino.  

  

NOTAS 

*      Artículo publicado en "La Gnose", nº de mayo de 1910, con la firma de "Palingenius". (R)  La presente traducción se realizó para el monográfico de SYMBOLOS Nº 13-14: "Masonería" (1997). Ver presentación.
1      Oswald Wirth, Le Livre de l'Apprenti, pág. 30, 2º edición. (R) 

http://symbolos.com/s13guen3.html

miércoles, 27 de mayo de 2015

“DIOS, UN ESTADO DE CONSCIENCIA”

“DIOS, UN ESTADO DE CONSCIENCIA”
Lázaharo Hael

La realidad o verdad absoluta nadie la conoce, porque toda realidad humana, está limitada por los sentidos y condicionada por el grado de consciencia del observador. En el fenómeno de la observación, sujeto y objeto se vuelven uno y es el ser humano quien en últimos términos le da existencia en su consciencia a la realidad humana. El hombre no es la medida del universo y sus dioses, pero si la medida de su conocimiento.


Mucho de lo que hablan algunas personas sobre Dios, solo son palabras que leyeron o escucharon, no es conocimiento propio. El hombre ha abusado del uso de la palabra Dios utilizándola desde el inicio de los tiempos para explicar, si de alguna forma podemos llamar así, a todo aquello que nuestra mente y razón no pueden hacerlo.

La ciencia y Dios no son irreconciliables, y siendo Dios un estado de perfección, es posible encontrarle en diferentes grados y formas en la ciencia, arte y tecnología entre muchas cosas más.
Dios es perfecto, absoluto y eterno en el ideal abstracto que el hombre ha concebido o creado en su mente en lo individual como en lo colectivo.

El Dios Primero, siendo el absoluto, nada podría existir aparte o fuera de él, de tal modo que el hombre no podría ser otra cosa que Dios sobre la tierra experimentándose, conociéndose, realizándose y manifestándose a sí mismo a través del universo y la humanidad. Todo cuanto existe y forma parte del conocimiento humano, es porque el hombre lo ha “experimentado interiormente” a través de sus sentidos y consciencia, no fuera de él. De tal modo que: ¿Cómo podría el hombre experimentar y llegar a conocer lo que Dios es, si no a través del hombre mismo?

Las palabras son símbolos que intentan explicar otros símbolos. No son verdades por sí mismas. La verdad “verdadera” disculpen la redundancia, es para el ser humano aquello que experimenta en sí mismo. Repito: ¿Cómo podría el hombre experimentar y llegar a conocer lo que Dios es, si no es a través del hombre mismo?...
Dios es como un prisma de incontables facetas. Y alegóricamente podría decirse que: según faceta a través de la cual desees observarle, Dios te mostrara una parte de su rostro. “¡Oh Hombre! Busca tu verdadera esencia y encontraras a Dios. Busca a Dios y encontraras tu verdadera esencia” (1)

“Conserva celosamente tu derecho a reflexionar, porque incluso el hecho de pensar erróneamente es mejor que no pensar en absoluto”.- (2).
Fraternalmente.

Lazaharo Hael,’,

Nota:

Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.
El presente son reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todo son invitados a leer.
Culiacán, Sinaloa. México. Domingo 12 de abril del 2015.

(1).- El Desarrollo Místico a Través de la Virtud.- Osvel Hinojosa (AMORC).
(2).- Hipatia de Alejandría Fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, entre los que sobresalen el obispo Sinesio de Cirene —que mantuvo una importante correspondencia con ella—, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte

martes, 26 de mayo de 2015

ENTREVISTA AL P:.V:.M:. MARINO DE ARMAS






LA MASONERIA JACOBITA-ESTUARDISTA

LA MASONERIA JACOBITA-ESTUARDISTA
- La otra cara de su historia -
CLAUDIO D. ACTIS ORELLANA *

a) DE LA TRADICIÓN A LA FÁBULA


El origen y desarrollo de la Masonería jacobita y estuardista ha sido objeto de algunos interesantes estudios. Pero, en la generalidad de los casos, las narraciones de tendencias apologéticas no explican la verdad de los hechos en su integridad debido a la relatividad de las perspectivas, a la parcialidad con que se suele presentar a determinados personajes y acontecimientos y a la ausencia de una necesaria exposición crítica de los temas. En adelante, recordaremos algunos sucesos generalmente omitidos u olvidados de este tipo de Masonería.


Con el exilio en Saint-Germain-en-Laye (Francia) del rey Jacobo II de Inglaterra, en 1688, y dentro de los regimientos escoceses e irlandeses que le siguieron comienzan a crearse las primeras logias militares que darán origen a la denominada Masonería jacobita-estuardista.

A comienzos del siglo XVIII, es posible verificar una mixtura entre tradiciones folklóricas, suposiciones y creencias, originándose así la fábula que presentaba a los Templarios que se habían refugiado en Escocia transmitiendo supuestos secretos a la Masonería y fundándola en ese país. A partir de esta presunción o invención se difundieron, principalmente en Francia, derivaciones como las siguientes: la dinastía de los Estuardo era la heredera de una tradición escocesa que remontaba hasta la antigua logia de Kilwinning del siglo XII y al rey Robert Bruce con sus caballeros templarios del siglo XIV, dicha dinastía había conservado y transmitía antiguas iniciaciones, los Estuardo eran los Superiores Desconocidos que gobernaban secretamente a la Masonería, el Pretendiente al trono de Inglaterra, en el exilio en Francia, había fundado un Soberano Capítulo Rosa-Cruz en la ciudad de Arras y, por supuesto, de esta Masonería se originaba una filiación operativa y anterior a la Masonería especulativa que se habría transmitido hasta la actualidad.

Detrás de todas estas suposiciones, fábulas y leyendas, que no se deben confundir con las auténticas tradiciones y menos aún con la historia, se encuentra la otra cara mucho más oculta de este régimen masónico.

Los Estuardo y sus fieles jacobitas y estuardistas al conocer el carácter noble y caballeresco de los franceses y el romántico idealismo que en esa época existía acerca de la Caballería en general y de la Orden del Templo en particular, como también los generalizados prejuicios de la nobleza hacia el trabajo manual, hicieron difundir, astuta y convincentemente, que la Masonería había tenido origen en Escocia y que ellos eran los legítimos representantes de los Templarios que la habían fundado, después de la abolición de la Orden del Templo. Además, se encargaron de difundir que su Masonería nada tenía que ver con los rudos y simples masones operativos de la piedra. En esto, se debe conceder la razón a los estuardistas porque la Masonería que intentaban establecer no era otra cosa que una verdadera conspiración política con formas masónicas y dirigida hacia su principal objetivo: la restauración de la monarquía de los Estuardo en el trono de Inglaterra.

No obstante, la difusión de la fábula tuvo gran aceptación, en principio, entre los masones franceses y, después, en distintos países de Europa.

A partir del siglo XVIII, hubo una gran proliferación de los denominados grados escoceses, aunque, como ahora se sabe, no fueron creados en la Escocia medieval sino en Francia, durante la época moderna. Tiempo después, fueron llamados Altos Grados y se les atribuyó una arbitraria superioridad con respecto a los grados de la Masonería tradicional que con anterioridad se practicaban en su forma operativa y, después de su gran transformación, de manera simbólica en prácticamente todos los países de Europa.

Con respecto a la supuesta fundación de la Masonería por los Templarios refugiados en Escocia o, según otra versión, por la misma Orden del Templo, aunque hoy parezcan increíbles llegaron a ser ”verdades” ampliamente aceptadas durante el siglo XVIII. Sin embargo, además de no existir una sola fuente seria en donde fundamentar su veracidad, fueron suposiciones que se volvieron insostenibles en el mismo siglo de su aparición. En 1782, fueron refutadas por el convento masónico de Wilhelmsbad, después fundamentadamente cuestionadas por la historia masónica y, por último, literalmente destruidas por autores como Albert Lantoine, entre otros. Pero, algunos derivados de tales fabulaciones aún persisten.

Veamos, en adelante, cómo se originaron y desarrollaron dichas fábulas.


b) LOS DISCURSOS DEL CABALLERO A. M. RAMSAY


El Caballero Andrew Michael Ramsay (1686?-1743), ardiente jacobita y preceptor de los hijos del Pretendiente (Jacobo III), en sus discursos de 1736, 1737 y 1738 ‒ los cuales parecen ser un mismo texto modificado por distintas razones y circunstancias ‒ menciona que la Orden ha sido fundada en la antigüedad y renovada por los Cruzados y los Caballeros de San Juan en particular, de los cuales, afirma, deriva el nombre de “logias de San Juan”. En ninguna parte de dichos discursos se menciona, explícitamente, a los Templarios.


En el discurso pronunciado en la logia Saint-Jean, del 26 de diciembre de 1736, Ramsay sostiene que la “Orden” tiene origen en la más remota antigüedad. También menciona a los patriarcas bíblicos, a los Misterios antiguos y a célebres hombres de la época clásica como formando parte de la Orden. Además, hace mención de un misterioso Libro de Salomón encontrado y descifrado en parte por los Cruzados, después de lo cual, escribe, “se renovó nuestra Orden, de la cual Noe, Abraham, los patriarcas, Moisés, Salomón y Ciro habían sido los primeros grandes maestres”.

Cuatro meses después, en el discurso (ya modificado) previsto para el 21 de marzo de 1737 ‒ que no llegó a leerse porque el cardenal Fleury, ministro de Luís XV se opuso, pero igualmente fue impreso y circuló en forma oculta ‒ Ramsay vuelve a expresar : “Nuestra orden, por consiguiente, no debe ser considerada como una renovación de las Bacanales, sino como una orden moral fundada en la remota antigüedad y renovada en Tierra Santa por nuestros ancestros (los Cruzados)”.

En cambio, en el discurso de 1738 parece contradecir lo que había afirmado en los dos anteriores, principalmente, en el de 1736. Ramsay, en este último discurso (el de 1738), escribe que pasa rápidamente por sobre el “origen fabuloso” de los antiguos antecedentes de la Orden para poder llegar a su “verdadera historia”. Verdadera historia que ya no encuentra en la más remota antigüedad sino en los Anales de la Historia de Gran Bretaña, en las Actas del Parlamento de Inglaterra y en las tradiciones vivientes de la nación británica que ha sido el asiento de la Confraternidad desde el siglo once.

Para después afirmar, que la Orden ha sido ”instituida por nuestros Ancestros(los Cruzados) en Tierra Santa para llamar al recuerdo de las verdades más sublimes, en medio de los inocentes placeres de la sociedad”. Esto implica, que la Orden ya no fue fundada en la más remota antigüedad ni renovada en Jerusalén ‒ como Ramsay afirma en sus discursos de 1736 y 1737 ‒ sino que ha sido instituida o establecida por los Cruzados en Tierra Santa. Ingeniosa fábula que, por supuesto, satisfacía mucho más al aristocrático orgullo de los masones franceses que el, aparentemente, simple oficio de los constructores operativos medievales.

Las distintas modificaciones de un mismo texto, además de las citadas anteriormente, pueden haberse debido a las cambiantes ideas del autor, pero también a la influencia de los Estuardo, a las presiones del cardenal Fleury y sus espías en las logias y a la necesidad de disminuir el predominante protagonismo de las tradiciones judía y “pagana” del primer discurso de 1736.

Debemos recordar, que en las logias jacobita-estuardistas del siglo XVIII no predominaba un cristianismo precisamente tolerante hacia ideas distintas y menos aún un cristianismo de características iniciáticas, sino un catolicismo fuertemente dogmático e inquisitorial, aliado con el poder real y en constante lucha contra los estados protestantes e ideas paganas y heréticas de la época.

Cabe observar, con respecto a la fundación de la Masonería según las hipótesis del jacobitismo y del estuardismo, otra posible contradicción. Mientras una versión atribuía la fundación de la Orden Masónica a los Templarios refugiados en Escocia, otra versión presentaba a los Cruzados como sus fundadores en Tierra Santa (Jerusalén).

Más allá de los discursos de Ramsay, de sus posibles contradicciones y de las fábulas que aparecieron durante el denominado Siglo de las Luces es por demás evidente y demostrable que la Masonería, en tanto que “arte de construir”, es muy anterior a los Cruzados, a la Orden del Templo y a los Templarios refugiados en la isla de Mull (Escocia). No obstante, algunas modificadas derivaciones, pero igualmente fundamentadas en dichas fábulas y suposiciones, aún persisten y se difunden como si fuesen reales hechos históricos.


c) EL PARTIDO JACOBITA-ESTUARDISTA Y SU MASONERÍA


Las primeras logias militares de Saint Germain-en-Laye (Francia), fundadas dentro de los regimientos que acompañaron en su exilio al rey Jacobo II y, tiempo después, la Madre Logia Estuardista desempeñarán un importante rol en la Masonería francesa del siglo XVIII. Sin embargo, dichas logias no eran tan tradicionales ni legítimas como afirmaban ser. “Se puede admitir, sin pruebas absolutas pero con mucha verosimilitud, que esta Madre Logia Estuardista de Saint-Germain-en-Laye usurpó los poderes de la célebre Madre Logia de Heredom de Kilwinning, de Inglaterra, fechando en este último Oriente documentos que en realidad habían visto el día en Saint-Germain-en-Laye” (Ambelain, R. El SecretoMasónico. Barcelona. Edit. Martínez Roca, 1987, p. 36).


Tal afirmación no la expresa ningún autor en oposición a este tipo de Masonería, sino Robert Ambelain, estuardista pero no apologista, Gran Maestre de dos ritos masónicos, poseedor de todos los grados de cinco ritos más y reconocido historiador de Francia.

La Madre Logia Estuardista, ante la imposibilidad de demostrar que era la legítima heredera de las antiguas tradiciones que proclamaba poseer, había incurrido en la falsificación de documentos masónicos. Esta era una práctica mucho más frecuente de lo que se supone en este tipo de Masonería que tenía la necesidad de lograr prosélitos para su causa partidaria, principalmente, entre los nobles y políticos de la Masonería francesa que colmaban las logias de esa época.

Usurpaciones y falsificaciones de este tipo, tiempo después, fueron mucho mejor verificadas con el desarrollo de la revisión y la crítica histórica.

En Francia, la Madre Logia Estuardista ejercía su jurisdicción sobre las logias fieles al partido de los Estuardo, cuyo principal objetivo era reconquistar el poder y restablecer la monarquía y el catolicismo en Inglaterra. Para tal fin, dicho partido en el exilio ‒ Jacobo II, su hijo Jacobo III, llamado el Caballero de San Jorge, y su nieto Charles Edward Stuart ‒ se esforzaba por mantener de aliados a su causa al Papa, al rey Luís XIV y a la Francmasonería francesa, la cual a partir de 1725 sólo trabajaba en los tres grados que provenían de la Gran Logia de Inglaterra. Tiempo después, llamados grados simbólicos o azules. Por supuesto, no hace falta recordar que aún no existían los ritos masónicos de múltiples grados que conocemos en la actualidad.

De repente y desde los ámbitos jacobita-estuardistas aparecieron algunos grados caballerescos como los de Novicio, Maestro Escocés, Templario y las distintas versiones del denominado Maestro Irlandés. Esta nueva Masonería “escocesa”, templaria y católica tenía por finalidad, además de sus objetivos políticos, subordinar bajo su dirección a los únicos tres grados de origen inglés que, por esa época, se practicaban en las logias francesas.

La logia “La Perfecta Igualdad” de Saint Germain-en-Laye, de tradición jacobita y estuardista, mediante un documento hacía remontar su antigüedad hasta el año 1668. Evidentemente, para demostrar una filiación anterior a la Gran Logia de Londres de 1717, después llamada Gran Logia de Inglaterra.

La investigación histórica ha demostrado que dicho documento presenta una raspadura, es decir, que dicha fecha pudo haber sido escrita sobre lo que había sido borrado (Alec Mellor. Dicionário da Franco-Maçonaria e dos Franco-Maçons. Sao Paulo. Edit. Livraria Martins Fontes, 1989, p.150).
A pesar de lo que generalmente se piensa no fueron dos, tres o cien sino miles de falsas cartas-patentes y diplomas firmados, supuestamente, por los Estuardo. Estos documentos, a mediados del siglo XVIII, se encontrarán por toda Europa. De este modo, se fue “legitimando” y expandiendo este tipo de Masonería corrupta y desviada que, por debajo de las formas masónicas, ocultaba sus proyectos puramente conspirativos y políticos.


d) LA APARICIÓN DE LOS ANTIGUOS GRADOS ESCOCESES


No es ninguna novedad que los masones jacobitas y estuardistas clamaban venganza por el destituido rey Carlos I de Inglaterra, decapitado en Londres en 1649 después de negarse a reconocer la legalidad del tribunal y no presentar defensa contra los cargos de tirano, asesino y enemigo de la nación. A partir de ese momento, se establece la República en Inglaterra y comienzan los primeros intentos conspirativos para restablecer la monarquía de los Estuardo en dicho país. Para tal fin, se utilizaron todos los medios posibles, incluso, la Masonería.


A principios del siglo XVIII, con la colaboración o la directa autoría de Andrew M. Ramsay se crearon, modificaron y difundieron los denominados grados escoceses de Novicio, Templario (Caballero del Templo) y Maestro Escocés. Los cuales fueron llamados “escoceses” no por provenir de Escocia, sino porque Ramsay era escocés pero residente en Francia y, de este modo, quiso distinguirlos de los tres grados ingleses (Aprendiz, Compañero y Maestro) que, en esa época, eran los únicos que se practicaban en las logias inglesas, escocesas y francesas.

Además, el adjetivo de “antiguos” con el cual se suele calificar a dichos grados “escoceses” no se refiere ni a la tradición relacionada al Gran Maestre Jacques de Molay, ni a la Escocia de los siglos XIII y XIV del rey Robert Bruce y sus Templarios y, menos aún, a los Cruzados de Jerusalén como se intentaba y aún se intenta hacer creer, pues en aquellos siglos no existían dichos grados ni las fábulas estuardistas. No obstante, si se quiere admitir que dichos grados son depositarios de una ininterrumpida tradición templaria que provendría de Palestina o de la Escocia medieval, entonces, sería necesario no incurrir en el muy frecuente error de confundir la historia y las legítimas tradiciones con las fábulas y las meras suposiciones. Eminentes autores masónicos han demostrado que los denominados “grados escoceses” fueron creados, aproximadamente, 400 años después de Robert Bruce y sus Templarios, pero no en Escocia sino en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVII o, como es mucho más probable y demostrable en Francia, durante el siglo XVIII.

El principal objetivo de estos grados “escoceses” ‒ además de superponerlos a los tres grados que provenían de la Gran Logia de Inglaterra para poder gobernarlos ‒ consistía en estimular a sus partidarios estuardistas, probarlos en relación a su causa puramente política e, incluso, cobrar importantes sumas de dinero por las iniciaciones. Con respecto a esta empresa partidista, que nada tenía de tradicional e iniciática, escribe el historiador François T. B. Clavel:“Gracias a estas iniciaciones, muchos de los emigrados que se hallaban exhaustos de recursos, pudieron hacer frente con deshogo a sus apremiantes necesidades, y cuando se agotaba el filón, pronto acudían al expediente de alguna nueva invención para que volviera a brotar”.(Fors, Luis R. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Barcelona. Edit. La Academia, 1883, p. 1079).

En dichos grados se encontraba un seudo neo-templarismo con facciosos fines partidistas que poco o nada tenían que ver con los auténticos y demostrables acontecimientos históricos ni con las tradiciones caballerescas y templarias, cuyos orígenes y canales de transmisión se encontraban en ámbitos diferentes a las fabulaciones y conspiraciones estuardistas (Ver subdivisión “f” de este mismo artículo).

Es interesante recordar que cuando estos grados estaban tan de moda en Francia, en Escocia no sabían nada de ellos. Debido a las insistentes consultas acerca de títulos y documentos con la denominación de “escoceses” que frecuentemente se presentaban ante la Gran Logia de Escocia, dicha Obediencia para poner fin al monopolio que se ejercía abusando de su nombre y autoridad y para que constase que dichos grados nunca habían sido practicados ni reconocidos en dicho país, en un artículo de sus reglamentos publicados en 1836 expresa terminantemente: “(cap.I., art.4º): La Gran Logia de Escocia no práctica más grados de Francmasonería que los de Aprendiz, Compañero y Maestro, denominados Masonería de San Juan” ( Fors, Luís R. Op. cit., p. 1137).

En cuanto a la Real Orden de Escocia ‒ que es un organismo posterior a la Gran Logia de Escocia ‒ no ha nacido ni en Escocia ni en Francia sino en Londres, durante el siglo XVIII. La documentación demuestra su existencia a partir de 1741. Su fundación tenía por finalidad contrarrestar la exitosa, aunque cuestionada, reforma que había llevado a cabo la Gran Logia de Inglaterra en 1717.

Tiempo después, la Real Orden de Escocia admitirá las innovaciones de Ramsay, es decir, que sus altos grados no provienen directamente de Escocia sino de Francia.


e) RENÉ GUÉNON: HERENCIA TEMPLARIA Y MASONERÍA ESTUARDISTA


René Guénon ‒ que concede una importante función a la Orden del Templo en la conservación de la tradición ‒ en relación a la palabra “Heredom”, entendida alteradamente en inglés como “heirdom” y a la cual se le atribuye, muy ligeramente, el significado de “herencia” de los Templarios acogidos por el rey Robert Bruce en Escocia y que, además, habrían fundado la Logia Madre de Kilwinning, sostiene que el significado atribuido a dicha palabra “está muy lejos de explicarlo todo, y es muy posible que este sentido haya venido solamente a añadirse secundariamente, siguiendo una similitud fonética, a una palabra cuyo origen era muy diferente”. Quiere decir el autor de la anterior cita, que el significado secundario de “herencia” templaria que se le atribuye a la palabra Heredom no es el sentido original del término, pues este es muy diferente a lo que se le pretende atribuir. En otros términos, Guénon no considera posible que “Heredom” haga referencia a la herencia del templarismo escocés.


Además, la fábula ‒ que suele desentenderse de la historia, de la tradición e, incluso, de la razón ‒ pretende hacernos creer que los únicos depositarios de la antigua logia de Kilwinning del siglo XII y del rey Robert Bruce y sus caballeros templarios del siglo XIV fueron los Estuardo y su muy peculiar Masonería. Cuya herencia escocesa sería la única que se habría transmitido a los ritos creados posteriormente.

Ante tan monopólica como falaz versión, continúa diciendo R. Guénon: “Nos parece del todo inútil hacer intervenir aquí la herencia de los Estuardo como lo quería Ragón; incluso si es cierto que algunos hayan hecho tal aplicación, esta no podría ser en todo caso más que tardía y ocasional, y sería casi tan desviada como aquella según la cual Hiram habría sido, se dice también, considerado como figurando a Carlos I de Inglaterra” (cf. Guénon, R. Estudios sobre la Francmasonería y el Compañerazgo. Edición de Internet, vol. II, p. 8).

La herencia de los Estuardo es tardía, porque desde el origen de las tradiciones de las que pretenden ser los herederos directos han transcurrido, aproximadamente, de 400 a 500 años sin una línea de continuidad seria y demostrable; es ocasional, porque se aprovechó una determinada circunstancia política para usar y abusar monopólicamente de una tradición que no les correspondía en su totalidad, y es desviada, porque se desvirtuó y corrompió a dicha tradición con fines exclusivamente partidistas y personales.

Guénon, tampoco admite que la etimología original de la palabra Heredom sea el nombre de una montaña de Escocia, simplemente porque en Escocia no ha existido nunca una montaña con tal nombre. Pero, en tanto que la idea de “montaña” se puede asociar al concepto de un indeterminado “lugar santo” y admitiendo la hipótesis de que “Heredom” pudiese tener alguna derivación secundaria del griego “hieros domos” que significa “morada sagrada”, en tal caso, dicho lugar santo o sagrado correspondería ubicarlo no en Escocia sino en Palestina. Pero no en la Palestina medieval, sino en la precristiana. Pues, es en esa región en donde se encuentran las tres montañas sagradas del Sinaí, el Moríah y el Tabor, que corresponderían a los simbólicos lugares que ocupaban los tres principales oficiales de una logia de la Masonería operativa. Además, dichas montañas también pueden corresponder con tres revelaciones sucesivas que son las de Moisés, David y Salomón, incluso, la de Cristo. Razón por la cual, Guénon desecha Escocia y su inexistente montaña de Heredom como hieros domos y ubica la primera Logia entre estas tres montañas en un simbólico “valle profundo en donde reinan la paz, las virtudes(o la verdad) y la unión”, es decir, en Tierra Santa. Incluso, si el monte Moríah fue el lugar en donde se edificó el Templo de Jerusalén, Heredom en su secundario sentido de hieros domos, también puede hacer referencia a ese Templum Hierosolimae al cual se refiere la triple Tau del Royal Arch.

Pero, como recuerda el mismo autor, es necesario no confundir los múltiples sentidos secundarios que puede poseer una palabra como Heredom con el sentido original de la misma, el cual puede ser muy diferente e, incluso, incompatible con algunos de los significados que se le pretenden atribuir.

En la Orden Real de Escocia existe la costumbre de escribir algunas palabras con las consonantes únicamente. De modo que Heredom, sin las vocales, se puede escribir así: H.R.D.M. Escritas de esta manera, dichas letras, entre otras posibles combinaciones, pueden leerse como “Harodim”. Tanto Harodim como también Menatzchim serían grados superiores de la Masonería operativa, que habrían sido desconocidos por los fundadores de la Masonería especulativa.

En realidad, no eran grados en el sentido de la Masonería moderna sino funciones que ejercían los Maestros de una muy antigua Masonería operativa de la época salomónica. Algunas de estas funciones, con el advenimiento de la Masonería moderna se convierten en grados. Por ejemplo, una de las funciones de los Maestros, durante la construcción del Templo de Jerusalén, consistía en supervisar que las piedras estuviesen perfectamente labradas, según las exigencias de la obra a la que debían ser destinadas. Cuando estas piedras, a juicio del Maestro supervisor, llegaban a estar correctamente terminadas por los Compañeros, entonces se las identificaba por medio de una marca de aprobación determinada, que era distinta a la marca personal de cada Compañero. Las piedras incorrectamente labradas eran arrojadas entre los escombros. Dicha marca de aprobación era impresa en las piedras correctamente labradas por los Maestros supervisores o sobrestantes, también llamados superintendentes o inspectores. Cuando aquellos antiguos Maestros ejercían esta función de supervisores, se les conocía como “Menatzchim”.

En las Constituciones de 1723, redactadas por el escocés James Anderson, en el artículo IV de las Obligaciones de un Francmasón, se dice: “Ningún hermano puede ser supervisor antes de haber pasado el grado de compañero; ni maestro antes de haber llenado las funciones de supervisor, ni gran supervisor antes de haber sido maestro de una logia, ni gran maestro, a menos de haber sido compañero antes de su elección”.

Como se puede observar, Anderson ha conservado y diferenciado correctamente, de acuerdo a la tradición operativa, los grados y algunas de las funciones correspondientes a los mismos.


f) EL CAMINO DESVIADO


Volvemos al tema de la creación de los denominados grados escoceses por los Estuardo o sus fieles seguidores. En dichos grados se desviaba la auténtica tradición con fines exclusivamente partidistas y conspirativos, ya no se clamaba venganza por Jacques de Molay, el Gran Maestre francés de la Orden del Templo quemado vivo en París, en 1314, sino por el rey Carlos I, derrotado por los ejércitos de Oliver Cromwell y ejecutado en 1649.


En la Cámara del Medio, el compás se encuentra sobre la escuadra para indicar un trascendente trabajo que se debe realizar. Pero en las logias jacobitas-estuardistas el simbolismo se interpretaba y desviaba de tal manera que ya no era el Artífice del Templo de Salomón quien, en la persona del nuevo Maestro, revivía en ellas sino el mismo Carlos I; mientras que Cromwell y sus ayudantes eran los malos compañeros que lo habían asesinado.

Estas eran las iniciaciones reservadas que en el siglo XVIII se celebraban en la Casa de los Estuardo y en las logias de sus fieles escoceses. Tan innovadoras y partidistas escenificaciones, desviadas de las más o menos auténticas tradiciones que aún subsistían, se representaban ante el reverente júbilo de sus maestros estuardistas, facciosamente conjurados en función de sus proyectos políticos

Sin embargo, más allá de la desviada y corrupta utilización política de la Masonería, los grados escoceses estuardistas es posible que hayan transmitido algo más esencial, es decir, lo estrictamente iniciático, operativo y esotérico de los mismos.

La Rosa Cruz Real, fundada en 1593 por Jacobo VI de Escocia, estaba constituida por treinta y dos Caballeros de San Andrés del Cardo, de los cuales deriva el grado de Maestro Escocés de San Andrés y, después, el de Príncipe o Caballero Rosa Cruz, también conocido como Caballero del Águila, Caballero del Pelícano, Masón de Heredom, etc. Grado que no era masónico, pues la Rosa Cruz Real, en esa época, era una Orden completamente diferente a la Masonería. Actualmente, y con distintas variantes, este grado se encuentra en la mayoría de los ritos masónicos que lo han incluido en su régimen de Altos Grados.

Ahora, corresponde preguntarnos si los Maestros Escoceses habrían conservado algunos conocimientos específicos y operativos de la corriente rosicruciana de la que habían nacido.

El mismo Robert Ambelain, que poseía una filiación de la Masonería estuardista, sostiene que la respuesta a este problema es negativa.

La tradición rosicruciana, que es cristiana pero también hermético-alquímica, consistía en el antiguo arte de las transmutaciones metálicas, psíquicas y pneumáticas. Además de una filosofía que consideraba a la unidad de la materia, existía la posibilidad de transmutar la interioridad esencial del hombre y operar con determinados principios, leyes y potencias que rigen al Cosmos. La caída y encierro de determinadas partículas de la Luz esencial y primordial en una extrema densidad constituida por los cuatro elementos materiales, se simbolizaba por las cuatro puntas de la Cruz. En cuyo centro, por medio de determinadas operaciones, no era imposible que llegase a florecer la simbólica Rosa del sublime quinto elemento alquímico, liberando y reintegrando así la Luz quintaesencial a sus orígenes prístinos. “Misterium Mágnum” que constituye la esencia implícita en las principales religiones y tradiciones sapienciales de Oriente y Occidente, pero cuyo acceso más directo y, por lo tanto más difícil y riesgoso, se encuentra en las vías internas de la realización iniciática.

Es evidente, que en el grado de Maestro Escocés de San Andrés del Cardo bajo sus formas religiosas se encubría la ciencia hermético-alquímica rosacruz, que nada tiene que ver con la fabricación del oro vulgar y cuyo origen tradicional es muy anterior al cristianismo. Pero, durante el siglo XVIII esta antigua ciencia transmutatoria ‒ cuyo simbolismo es lo primero que presencia el candidato en el hermético Cuarto de Reflexiones ‒ fue desviada hacia formas diferentes, mucho más religiosas, exotéricas y devocionales.

En 1751, el jacobita Georges de Walnon en su Madre Logia de Marsella transformó el grado de Maestro Escocés de San Andrés, después denominado Caballero Rosa Cruz, hacia un espíritu diferente. De este modo, la pura enseñanza rosacruz de este grado se confundió con tradiciones religiosas más externas y devocionales que iniciáticas y herméticas, dando como resultado el grado de Caballero Rosa Cruz de la actualidad.

Advertidas tales desviaciones y desvirtuaciones en ese como en otros grados y cuando ya no interesaba o no se comprendía lo esencialmente iniciático, algunas Obediencias efectuaron un proceso de “desacralización” de sus rituales para, después, derivar en una excesiva laicización de los mismos. Y, como suele suceder, para evitar una extrema desviación se derivó en una, prácticamente, excesiva oposición. Así, en algunos ritos la auténtica tradición iniciática, hermética y rosacruz de este como de otros grados permaneció olvidada, desfigurada o inadvertida bajo extrañas vestiduras.

Sin embargo, y a pesar de las distintas modificaciones y desviaciones que ha padecido el grado de Caballero Rosa Cruz, algo de la antigua ciencia hermético-cristiana(o cristianizada) que le transmitió su esencial origen ha permanecido en el mismo.


g) EL TESTIMONIO DE LOS ANTIGUOS DEBERES


Una de las más importantes fuentes de información acerca de la Masonería antigua, medieval y moderna son sus Antiguos Cargos o Deberes (Old Charges).


De los múltiples manuscritos masónicos que han llegado hasta nuestra época hemos consultado más de veinte constituciones, estatutos y reglamentos cuyas fechas de redacción se encuentran comprendidas entre el siglo X y el siglo XIX. Los documentos consultados son los siguientes: Constitución de York. Estatutos de los Canteros de Bolonia. Manuscrito Regius. Manuscrito Cooke. Constituciones de los Masones de Estrasburgo. Estatutos de Ratisbona. Constitución de la Francmasonería Universal. Manuscrito Grand Lodge Nº 1. Estatutos de Schaw. Manuscrito Iñigo Jones. Reglamento de 1663. Manuscrito de Edimburgo. Manuscrito Dumfries Nº 4. Manuscrito Trynity College. Manuscrito Kewan. Reglamentos Generales. La Institución de los Francmasones. La Constitución de Anderson. Manuscrito Graham. La Masonería según las Escrituras. Las modificaciones Inglesas de 1738 y de 1813 a las Constituciones de Anderson. Diálogo entre Simón y Felipe. Manuscrito Essex.

Entre estos importantes documentos masónicos se encuentran escritos anteriores, contemporáneos y posteriores a las Cruzadas, a la Orden del Templo, a los Templarios de Escocia y a la Masonería jacobita-estuardista. Incluso, tres de ellos como los Estatutos de Schaw(1598), el Manuscrito de Edimburgo(1663) y el Manuscrito Kewan(1714 -1720) son escritos que se fundamentan en la Masonería Escocesa.

En general en dichos documentos ‒ salvo uno de los manuscritos que hace mención de dos grados solamente ‒ se encuentran claramente determinados los tres grados operativos tradicionales (Aprendiz, Compañero y Maestro) y sus distintos usos, funciones, deberes, derechos y obligaciones. Pero no hemos encontrado ninguna explícita referencia a grados superiores a la Maestría, ni a los denominados grados escoceses del jacobitismo y del estuardismo.

Será necesario esperar hasta la segunda mitad del siglo XVIII, con la aparición de los regímenes de múltiples grados, para que sus constituciones y reglamentos incluyan a los, desde entonces, denominados Altos Grados escoceses.

Además, ninguno de los documentos masónicos citados, incluso los manuscritos escoceses, expresan la más mínima referencia a los Cruzados instituyendo la Masonería en Jerusalén, a los Templarios fundándola en Escocia y, menos aún, a alguna filiación templario-masónica que habría llegado ininterrumpidamente hasta la Masonería jacobita-estuardista, entre otras fabulaciones del mismo origen.

¿Cómo es posible que tan relevantes acontecimientos hayan sido completamente ignorados por veintitrés documentos masónicos de cinco países diferentes, incluida Escocia? Invitamos a que cada uno de los lectores responda, de acuerdo a su saber y entender, a esta pregunta.

Aunque en los documentos consultados no se ha hallado ninguna expresa mención de las fábulas estuardistas, en cambio, se narra en ellos que el origen de la Masonería se encuentra en la más remota antigüedad, sucesivamente ha sido reconstituida, adaptada y reformada a través del tiempo y, al menos, desde el siglo X existe constancia escrita de los dos o tres grados operativos tradicionales.

No ignoramos que, para justificar lo injustificable, durante el siglo XIX aparecieron una serie de escritos como la “Carta de Larmenius” o el manuscrito del Dr. Oliver y su rito de Bouillon, entre otros. Sin embargo, no transcurrió demasiado tiempo para que se demostrase su absoluta y apócrifa ilegitimidad. En otra época se llegó a afirmar que eran “las pruebas que faltaban”; hoy se encuentran en el justo y merecido olvido destinado a los más escandalosos fraudes.
Bs. As., 27 de julio de 2008

NOTA
*Claudio Darío Actis Orellana reside en la ciudad de Córdoba, Argentina. Investigador autónomo en Masonería, es licenciado en Historia y docente universitario y de nivel medio con especialidad en Historia Argentina y Latinoamericana.

http://symbolos.com/cdactis_jacobita.htm

lunes, 25 de mayo de 2015

El Pentagrama en Masonería

El Pentagrama en Masonería

El Pentagrama, o estrella de 5 puntas es un término que seguro ha oído, estrictamente vinculado a las prácticas mágicas. Este texto masónico será para aclarar, desde el punto de vista de la magia y los rituales el verdadero significado del Pentagrama dentro de la Masonería, sin duda ahora recordará en Logias se usa la Estrella de 5 puntas con la “G” al Centro.


Leemos en el Fausto, el gran Iniciado alemán Goethe, el siguiente diálogo entre el doctor Fausto y Mefistófeles:

MEFISTÓFELES.- ¿Lo confesaré? Hay un pequeño obstáculo que impide mi partida: el pie mágico de su umbral.

FAUSTO.- ¿Tanto te inquieta el pentagrama? Dime, hijo del infierno, ¿si tanto te incomoda, por qué has entrado? ¿Es posible que un espíritu como tú se haya dejado atrapar de este modo?

MEFISTÓFELES.- Después lo comprenderás porque está mal colocado; el ángulo que apunta a la calle se presenta algo abierto, como es evidente.

FAUSTO.- Por una rara casualidad eres mi prisionero y casi había logrado mi fin.

MEFISTÓFELES.- Nada notó el perro al entrar de un salto en el cuarto, pero ahora es del todo distinto, y el diablo no puede dejar la casa.

FAUSTO.- Pero, ¿por qué no sales por la ventana?

MEFISTÓFELES.- Es una ley para diablos y fantasmas el salir por donde se ha entrado. El primero de estos dos actos depende de nosotros, pero somos esclavos del segundo.

FAUSTO.- ¿Así que el infierno también tiene sus leyes? Me complace saberlo. De este modo un pacto hecho con ustedes será cumplido con fidelidad.-

El Esotérico Pentagrama es un símbolo y una herramienta de meditación y trabajo interior. La estrella de 5 puntas ataviadas de manera adecuada con los símbolos sagrados como la “G” se llama Pentagrama Esotérico, gnóstico Pentagrama o Estrella Flamígera. En Esotérico Masónico el Pentagrama resume toda la ciencia de la Gnosis.

El Pentagrama expresa el control del Espíritu sobre los elementos de la naturaleza. El signo Pentagrama también elabora Microcosmos del zodiaco y representa lo que los cabalistas rabinos del Libro del Zahar llaman Microprosopio.

El Pentagrama siempre ha sido objeto de gran interés. Ya utilizado por los egipcios, fue también muy apreciada por los druidas en forma de una estrella de cinco puntas regularmente llamado "pie de los druidas." Para Pitágoras, el pentagrama era el símbolo del himen celestial: una fusión de alma inmortal con el Espíritu del Ser humano.

Pitágoras dio el número 5 el nombre de "número de hombre en el microcosmos." Pentagrama era tan popular entre los pitagóricos (los discípulos y seguidores de Pitágoras) para ellos participar en las reuniones secretas tenido que llevar una estrella de cinco puntas en su mano derecha. Entre los primeros cristianos, el pentagrama representaba a Cristo, otro nombre de Alfa y Omega, el principio y el fin. Los alquimistas medievales recurrieron a 5 estrella señalada como una señal de Quinta Esencia, el quinto elemento, el éter del fuego o el Espíritu Santo. Es el signo de Verbum Dimissum.

Giordano Bruno considerado el número 5 como el número del Alma que se compone (como es) de igual y desigual, de par e impar. El Pentagrama se asocia con el grado de Maestro Masón de la Masonería en el Rito Escocés. En el Pentagrama Esotérico están inscritas las proporciones exactas de la Athanor, esenciales para la realización de la Gran Obra.

El símbolo esotérico Pentagrama, como nosotros, los masones estudiantes gnósticos antiguo, en el uso en la práctica de la magia ceremonial masónica , es bien conocido en toda la tradición oculta masónica, sobre todo por el famoso libro del francmasón Eliphas Levi, Dogma y Ritual de Alta Magia. Pero no piensen que Eliphas Levi lo creó o inventó, este símbolo mágico, sin duda era usado en las misma Edad de Piedra por los Hechiceros de los Clanes, y hoy usado en las Logias Masónicos con el mismo fin que hace miles y miles de años. Durante muchos años el Esotérico Pentagrama era conocido como el "Pentagrama de Goethe", como se mencionó esto en su obra Fausto.

Parte de este saber oculto logro llegar a nuestros días gracias a tres discípulos principales del abad Trithemo, el verdadero fomentador del Pentagrama Esotérico. Estos discípulos eran Paracelso, Cornelio Agripa y el legendario Doctor Faustus Praga.

Este Pentagrama Esotérico se hizo mundialmente famoso después de la publicación de Dogma y Ritual de Alta Magia. Posteriormente, el seudo Gnóstico y embustero Samael Aun Weor deformó este símbolo: arbitrariamente Él agregó la estrella de 6 puntos, el hexagrama (porque el hexagrama es un símbolo de Dios Parvati, el Regente del elemento aire, así como la Copa es el Agua el Estado Mayor de la Tierra y la Espada de Fuego); cambiado la palabra hebrea "Eva" y lo reemplazó con "Jehová"; y finalmente deformó la copa, que originalmente estaba, poniéndola en una posición incorrecta, el Estafador Samael Aun Weor y su deformado Pentagrama sería tan incompleto como lo son sus enseñanzas en sus equivocadas representaciones cosmogónicas.

El gnóstico Pentagrama es la figura humana de cuatro extremidades y un solo extremo superior, que es la cabeza. El Pentagrama, elevando a aire su radio superior, es el Salvador del mundo. El Pentagrama, trayendo al aire sus dos piernas, es el Coven de la Wicca. Una figura humana con la cabeza hacia abajo, es decir, por supuesto, un demonio, es decir, la subversión intelectual, trastorno o la locura.

El Pentagrama es la omnipotencia mágica. El "electro Od" es una estrella llameante con los siete metales que corresponden a los siete planetas. Estos metales son:

METAL               PLANETA

Plata                    Luna
Mercurio             Mercurio
Cobre                  Venus
Oro                     Sol
Hierro                 Marte
Estaño                Júpiter
Plomo                Saturno

En la parte posterior de la Pentagrama existen 7 metales todos para amplificar su poder al máximo, de acuerdo con el grado de energía interna, especialmente la sexual, que hemos acumulado. Usted debe mentalizar su microscópico de 7 metales al Macrocosmos. En el caso del mercurio, ya que es un metal líquido, debe crear un dispositivo para que no se escurra y se pierda.

En el Pentagrama o Estrella Flamígera Masónica encontramos la “G” el símbolo o letra sagrada , astrológica, astronómico, cabalística y numerológica de alta trascendencia una G que todo lo resume en una Letra, y que representan las distintas fuerzas y poderes que el masón debe manejar para su protección, el auto-conocimiento y la auto-realización- la G seria God Dios en Ingles, Got en Alemán , El Geómetra, el Supremo Gnóstico.

Palabras hebreas del Pentagrama Esotérico

IOD-He-Vau-He

Uno de los santos nombres de Dios, que se puede traducir por Jehová. Es el Elohim que creó el universo a través de la Energía Creadora Sexual. Es la inteligencia en el macrocosmos. Adam Kadmon, el Adam cósmica.

Adán

Adán en este caso es de Hombres Solares, la familia de los Pitris, nuestros antepasados que formaron la raza adámica, los dioses encarnados en la Tierra, en representación de la inteligencia en el microcosmos.

Pachad

Grado iniciático Sexta entre musulmanes místicos, significa el control físico, emocional y mental, sigue el séptimo y último nivel, el sufí.

Kaphir

Uno de los nombres Asignar a Geburah-Marte. Estas cuatro palabras, que también tienen una aplicación como nombres de poder, son el punto medular del Pentagrama en la magia ceremonial.

La Psicología del Trabajo está representado en 7 Signos Planetarios del Pentagrama Esotérico

SOL

MICHAEL

Debemos reemplazar el PRIDE solar por la fe, la humildad y el equilibrio. Su máxima Maestro es Jesús el Cristo, Hiram Abiff, el Maestro Masón.


LUNA   GABRIEL

La AVARICIA lunar el altruismo. Aprendices Masones y Jehová Adonai


MERCURY   RAFAEL

La PEREZA mercurial en la diligencia. Maestro Hilarión de monte Nevo-


MARS      Samael

La CÓLERA marciano en el Amor Consciente. Compañeros masones , Morya y Pacal.


JUPITER   ZACARIEL

CELOS jovial alegría en la felicidad de los demás. Maestro Saint Germain- el alquimista , los Sufies (Racockzi)

VENUS    URIEL

Lujuria venusiana por Chastity. Mujer Francmasona - Uriel


SATURN   Orifiel

El GOURMANDISM el saturnino Templanza. Maestro Cashiel – Gurdjieff-

Otros símbolos insertados en Esotérica Pentagram

ALFA

La primera letra del alfabeto griego, es el principio de todo. Venerable Maestro de la Logia Masónica

OMEGA

La última letra del alfabeto griego, es la realización de la Gran Obra. El Alfa y Omega son las letras que representan la obra de Cristo en nosotros, es decir, Él es el responsable de la Obra Interna, de principio a fin de la trayectoria de la Iniciación masónica.

1,2 y 1,2,3

Los números en la Cábala representan la Fundación de la Gran Obra. Tenga en cuenta que la suma de todos estos números (1 + 2 + 1 + 2 + 3) es igual es 9, la bola nueve, el misterio de los misterios Tántrico- el piso Ajedrezado en una Logia Masónica.

ESPADA

Sobre la base del Pentagrama, es que la espada flamígera está en nuestro Centro Sexual, esperando ser despertado con la alquimia. También representa la Defensa Psíquica y el elemento fuego. El gobernante supremo del Fuego elemental es Agni – la Espada Flamígera sobre el Ara Sagrada en una Logia Masónica.

CÁLIZ

La Copa es el símbolo de la santidad, el eterno femenino de Dios y de la mujer. El útero donde se gestan los ejércitos de dioses y demonios. El Santo Grial, que tiene la sangre de Cristo unción y la Sangre del Redentor del mundo. También representa el elemento agua, cuyo gobernante es el rey divino de aguas Varuna- el Cáliz sobre el Trono de Salomón en una Logia Masónica.

HEXAGRAM

La Estrella de Salomón es el símbolo máximo de la Rayo de Sol, el Arcángel Miguel, el jefe supremo del Elemento Aire. El hexagrama es también el AR símbolo del elemento, cuya cabeza es el Titánico Dios Parvati, El primer vigilante en una Logia Masónica .

Cajado o Vara del Maestro de Ceremonias

El poder es un bastón hueco siete o doce nudos, rematado con 3 pelotas. El personal, el personal o cetro de reyes representa el Elemento Tierra, cuyo dios es elemental KITICHI. Nota al estudiante que los símbolos de los 4 elementos están cerrando el Pentagrama, que representa que éstas deben servir como una protección para el iniciado, el Mago francmasón. Deben de usar la sabiduría y la inteligencia de la Iniciación y su camino, utilizando todas las fuerzas de la naturaleza y el cosmos que nos guíe y proteja a toda costa- El Maestro de Ceremonias en una Logia Masónica, que usa este artilugio como pararrayos .

OJO de HORUS

El ojo que todo lo ve es la omnipotencia de Dios, la Sabiduría Divina, que debe guiar, orientar los pasos en el sendero de la iniciación, de todo el trabajo de la alquimia. Son los ojos del espíritu, el Segundo Vigilante en una Logia masónica.

Caduceo insignia, símbolo

El Caduceo de Mercurio está en el centro del pentagrama que simboliza que la Gran Obra de síntesis es la elevación de la Sagrada Energía Kundalini. Sin esto, y sin el despertar de la Kundalini, es imposible a la autorrealización íntima de nuestro Espíritu- El Secretario de una Logia Masónica, el Dios Mercurio .

Tetragrammaton

Tetragrammaton

El Santo Nombre no debe ser pronunciado de un gnóstico Ritual Sagrado, ya que es un mantra de inmenso poder sacerdotal El Ara Sagrada en una Logia Masónica con las luces encendías ...

¿Qué simboliza Pentagrama o Estrella flamígera?

El Pentagrama simboliza al Espíritu a través de los elementos de la naturaleza universal. Con este signo mágico podemos ordenar a las criaturas elementales que habitan en las regiones del fuego, aire, agua y tierra. Antes de este símbolo demonios terribles temblar, que huyen despavoridos.

El Pentagrama con el extremo superior hacia arriba sirve para ahuyentar la oscuridad. Con la punta hacia abajo, que se utiliza para llamar a ellos. Poner en la puerta del templo masónico sobre las columnas J y B con la G al centro y la punta hacia arriba deja fuera lo negativo, la profana falsa ciencia académica, deja fuera lo fanático religioso, deja fuera la putrefacta política mundana, y no permite el paso a los invisibles magos negros. El pentagrama es la estrella llameante, el signo Verbo hecho carne. De acuerdo con la dirección de sus puntas puede representar a Dios o al diablo; El Cordero que fue inmolado o Cabra de Mendes o Baphomet. Cuando el Pentagrama eleva su distancia aérea superior es el Divino Cristo Resucitado iniciáticamente. Cuando la estrella es invertida se forman los cuernos y se eleva en sus dos puntos más bajos es Satanás.

El pentagrama es todo el hombre. Con el radio superior para arriba es el Maestro. Con la radio de arriba hacia abajo y la parte inferior dos puntos arriba, es el ángel caído. Cada Bodhisattva caído es la estrella flamígera invertida. Todo comenzó que cae se convierte en la estrella flamígera invertida.

Así una estrella llameante con los siete metales que corresponden a los siete planetas astrológicos. Podemos los masones hacer medallas con este símbolo y una G al Centro de poner en el cuello, ponerlo en los anillos para llevar el dedo anular- y consagrar estos símbolos en las Tenidas. Es interesante, también, señalar a la estrella en llamas sobre una buena piel de cordero blanco y tenerla en la casa, en nuestras Logias, poner este símbolo en nuestros mandiles masónicos, pero siempre en el umbral de nuestros Templos masónicos, nunca debe faltar. De este modo los masones, evitamos el desastre oscuro en nuestras tenidas masónicas. El Pentagrama también se puede dibujar en los cristales de las ventanas con el fin de aterrorizar y ahuyentar a los fantasmas y demonios, tenerla en nuestras oficinas o negocios, en nuestros coches y carteras tanto los masones, como en los bolsos las francmasonas.

El Pentagrama es el símbolo Palabra de Vida Universal. Podemos hacer Io resplandescer al instante con la entonación de ciertos mantras secretos. En "Upanishads Gopalatapani y Krishna" que se encuentra el mantra de que tiene el poder para formar instantáneamente en el plano astral, la estrella flamígera con terribles poderes , para que los demonios de la mala suerte huyen despavoridos. Este mantra tiene esta forma, a saber:

Om mani padme Um... yo soy la joya en el Loto – Yo soy la Luz en mi.

Para vocalizar este mantra, se forma la estrella al instante en llamas, antes de que huya en terror la oscuridad del Arcano 18. Estos demonios atacan violentamente al iniciado que está trabajando en la Gran Obra. Los masones tienen que librar tremendas batallas contra la oscuridad, ganar sus batallas internas contra su propia ambición, su propia ignorancia y su propia hipocresía. Cada vértebra de la columna vertebral es un campo de feroces batallas contra los magos negros, que están luchando para remover al estudiante de la Senda masónica del Filo de la Navaja.

El poderoso mantra que acabamos de mencionar tiene tres etapas perfectamente definidas:

Los ocultistas de la India llaman La semilla de la atracción, provocamos un flujo de energía de Cristo que cae instantáneamente Logos Solar del Mundo, para protegernos. Abre, luego hacia abajo, una puerta misteriosa. Luego, por medio de las tres partes del mantra, la energía de Cristo que infunde que recita y, finalmente, a través de la quinta, que reciben la energía de Cristo puede irradiar con tremenda fuerza siguientes, para defendernos de la oscuridad . O siempre cristaliza en líneas geométricas. Se muestra que el uso de una cinta magnética sobre la que se registra, por ejemplo, un discurso. Cada letra se cristalizó en figuras geométricas. Sólo entonces vibrar en la grabadora para que se repita geométricamente el discurso. Dios el Geómetra . La palabra toma formas geométricas. Estos mantras citados por nosotros tiene el poder para formar instantáneamente en mundos supra sensibles- Esta estrella es un vehículo de Cristo- o Hiram Abiff el poder y es la Palabra. Con este poderoso mantra puede defendernos contra todos aquellos que están trabajando en la "Fragua del Demonio". Este mantra se vocaliza silabando ella. Con él nos conjuramos contra demonios que controlan la mal.

Es urgente aprender a crear al instante la estrella flamígera, y esta posibilidad tenerlo cuando cantamos el mantra citado con el fin de luchar contra ellos la oscuridad.

Alcoseri